En los sueños, cerca es lejos,

una mano fantasmal, una fría caricia que espanta.

No hay certezas, sólo vértigos.

No puedes caminar, la etérea energía te eleva

hacia el borde de un nuevo abismo.

Obligas a tu cuerpo, no responde, se rebela.

Porque añora otro lugar, otro aliento, otro tacto.

Quizás el brillo de unos ojos tristes.

Para salvarlos.

Esa es tu misión.

Despertar a las almas perdidas

y salir volando en busca de otra quimera